miércoles, marzo 14, 2012

Uno del dosmildoce

Y el 2012 fue el año en que decidí tomar la decisión de no pelear mas con Dios y asumir que ahí estaba.
Ya lo había sentido manifestarse de muchas formas. A veces de unas maneras tan  cotidianas, que hasta olvidaba que yo estaba ahí. En cambio, en otras ocasiones se manifestó con tal ímpetu e incluso con una desbordada violencia, que entre mareos y nauseas caía rendido por el peso de mi cuerpo y me abandonaba a la suerte del destino.

No es extraño que este sea la primera entrada que hago este año para el Blog. La sensación de energía que ha corrido por mi cuerpo entra fácilmente en la categoría de los eventos que des-organizan y a la manera de los drogadictos o los alcohólicos  que abandonan su vicio gracias al "señor"  (yo diría a esa manifestación de Dios que han conocido) dan su testimonio, he sentido que debo dar el mio de esta manera, solo agregando que he conocido solo otra manifestación de eso que es.

No me pondré a brincar o a recitar mantras ni a elevar las manos al cielo, solo veré y documentaré como la luz entra por la ventana del lugar en donde esté, como los objetos se reflejan en mi lente y en mis ojos, como las sombras marcarán esos rasgos que impactan con su caracter, como los colores unas veces son y de como la existencia misma se manifiesta con todo su esplendor, permitiendo que le descubra y pemitiendomé encontrar y explorar ese lenguaje que es la cuna donde nace la creatividad.