sábado, diciembre 20, 2008

A vos

En la víspera de ese extraño día me hicieron prometer que no me demoraría, no lo hice
En la madrugada de ese mismo día me pidieron que hablaramos y no me durmiera, lo hice y no lo hice.
En esa misma madrugada deje mi alma, mis recuerdos y mis sueños en una cama.
Me prestaron una vida, ciento cuarenta y tres recuerdos, muchos miedos y muchos besos.
Solicité que durmiéramos, argumente que estaba cansado, que ella debía dormir, que había sido un día largo, que había muchas cosas para pensar.
Yo sabia que no había mucho mas para decir, ella quizás quería decir mas
No sabia que nunca, que nunca jamás, esos dichos, esos gestos, esas miradas iban a ser proferidas de nuevo.
Es por eso que ahora de tanto en tanto, preparo una de las suyas, su mejor repertorio, para hacerla vivir en mi recuerdo.
Haciendo de esa madrugada, un día sin fin, un día sin sueño.