viernes, noviembre 27, 2009

Firefighter kuwait

Pocas veces cuelgo algo, pero por la absoluta devoción que tengo por las expresiones artísticas y sus implicaciones en la subjetividad, sobre todo en la mia, me vi en la obligación de ponerlo...Esta es una de las cosas que me muestra mi tata


miércoles, noviembre 25, 2009

Rompiendo la tirania del aqui y el ahora

Gracias a los usos simbólicos, los objetos pueden transformarse y significar muchas cosas, tiene lugar un potente efecto multiplicador de significados, configurando así despegues importantes del aquí y del ahora...

Es necesario generar otros procesos con los objetos que transciendan y generen la ruptura de las acciones puntuales y concretas para movilizar los significados hacia la constitución de unos nuevos objetos, los mismos, pero con nuevos sentidos.

Esta es la razón que me ha llevado a pensar que la mejor manera de inscribir al SITM-MIO en la cadena de signos de nuestra diversidad caleña es la acción mediada por por la estetica. Si bien, se ha adelantado bastante en el trabajo pragmatico, en donde se ha realizado una acción demostrativa con el sistema para llevar a los caleños y caleñas a comprender e interiorizar los usos convencionales del mismo; el MIO crece rapidamente y con ello se hace pertinente continuar mostrando en nuevos espacios esta acción instrumental.

Pero el MIO no es solamente un objeto que permite ser usado para lo que convencionalmete fue diseñado, el MIO no es solamete un bus grande o una estación o un sistema de transporte agil y benefico. El MIO está organizado como una opción de movilidad, y esta en su sentido amplio, trasciende las acciones concretas de transporte para reenfocarse al intrincado mundo de los signos colectivos de los seres humanos como sujetos sociales, que procuran su bienestar, y que organizan y des-organizan su vida como sujetos psicológicos.

El giro de la acción concreta e instrumental a la acción simbolica, es decir al signo de alto nivel de desempeño cognitivo, necesita de unos sujetos ciudadanos que esten en la capacidad de situarse como unos narradores de una experiencia suscitada por este objeto y su papel en la relación con los otros (que vaya complejidad, tienen sus propias experiencias).

Las acciones de los sujetos ciudadanos, que buscan que a traves del MIO se cuenten las historias de ciudad, llamar la atención a traves de este, convocar con este, son acciones que trascienden el uso convencional. Es la accíón totalizadora de recreación de nuestro sentido de ciudad, o como afirma Alberto Ayala atrevernos a narrar y a apreciar lo que otros de mil formas narran como ejercicio que fortalecerá los músculos de la confianza; de nuestras relaciones en el espacio urbano, que es el espacio público por antonomasia.

Cultura MIO debe continuar por el camino de la acción demostrativa de los usos instrumentales del sistema, sin embargo, es necesario llevar a los sujetos ciudadanos a pensarse otras maneras de relacionarse con su entorno y si el MIO y el espacio publico generado en la ciudad, es el recien llegado (aunque llegó por cuotas) a Cali, es necesario convocar a la ciudadania a sentir el MIO finalmente como suyo y como cada sujeto ciudadano tiene su propio sistema de referenciación, que mejor que la acción estetica como posibilidad de narrar en varios registros semioticos de alto impacto los nuevos sentidos de este objeto que llego para quedarse.

Como bien lo dijo Cintia Rodriguez al inicio de este texto: el MIO como objeto, puede significar muchas cosas, es hora de escuchar estos significados de quienes lo viven.

jueves, septiembre 10, 2009

Rompiendo paradigmas hacia una nueva cultura de la movilidad

Desde hace 10 años que se inició el proceso de transformar la cultura de la movilidad en Santiago de Cali y tres años de iniciarse su construcción hemos tenido que asumir el más trascendental paso que ha desorganizado y nuevamente organizado los escenarios que habitamos los sujetos ciudadanos y por ende , ha generado para los habitantes de nuestra ciudad una nueva noción de concebir su idea de vivirse como un sujeto ciudadano.
La ciudad tiene el papel de provocar unos efectos desencadenantes para inducir a los ciudadanos a hacer un uso convencional de su entorno y de sus estamentos sociales que permitan la vida de ciudad de manera armónica, en otros términos es a lo que se ha definido civismo y por tanto dependiendo del modelo de ciudad que conciban nuestros gobernantes, su responsabilidad es la de llevar a los ciudadanos a enfrentarse y a resignificar cada una de las más transformaciones que introducen en los espacios.
La cultura ciudadana emerge como esas maneras de vivir una ciudad que construyen sus habitantes en torno a la triple relación que se establece entre unos objetos dinámicos o espacios que se van introduciendo y el vinculo conjunto entre ciudadano y estado. Este constructo que definido de manera tan compleja, le corresponde cada una de las vertientes que hacen posible una vida armónica en un espacio como lo es la ciudad, a saber, la salud, el respeto por las normas, la cultura tributaria, la política, entre otras.
La cultura de la movilidad, como un elemento más de la cultura ciudadana ha venido entrando en nuestro campo perceptivo, toda vez que lo que mayor efecto de recordación tiene en los ciudadanos son los efectos de un desorganizado crecimiento reflejado en los interminables trancones que imposibilitan el crecimiento y el desarrollo sostenible de una ciudad.
Para Metro Cali, en esta época del nuevo latir, la apuesta por una cultura de la movilidad ha estado determinada por los efectos cívicos que generan las acciones del sistema de transporte masivo MIO, durante sus etapas de construcción y de operación.
El espectro cívico de estas acciones que se generan desde el sistema de transporte masivo es lo que hemos definido como cultura MIO y las hemos instrumentalizado mediante 4 competencias ciudadanas que le dan su carácter en consecuencia con el modelo de ciudad que desde la administración se ha venido construyendo: solidaridad, corresponsabilidad convivencia pacifica y respeto a la norma .
Al hacer referencia a “a la responsabilidad de nuestros gobernantes” no aludo solamente a la responsabilidad que el estado ostenta frente a la ciudad, sino también a la urdimbre que se gesta desde las acciones que los ciudadanos que ejercen su derecho democrático van tejiendo.
Dicho en otros términos, el papel de responsabilidad que el ciudadano juega frente al estado es lo que define la corresponsabilidad, y es el motivo que nos ha llevado a recorrer las universidades para devolver el conocimiento que desde hace 10 años hemos venido elaborando, y para mostrar cuales son los efectos positivos que la decisión de implementar un sistema de transporte masivo ha traído a Santiago de Cali, pues solamente hasta que los ciudadanos se introduzcan en las redes de significados y construyan un conocimiento total de la ciudad, será posible que su papel en las decisiones de ciudad se torne hacia un rol protagónico.
No obstante el papel de la corresponsabilidad y la búsqueda de un beneficio mayor, los individuos asumen su papel en función de sus necesidades particulares, y esto para los fines de una nueva cultura de la movilidad, significa un difícil proceso de aprendizaje de unos nuevos deseos y de unas nuevas necesidades.
La nueva cultura de la movilidad, la cultura MIO nos debe llevar a la ruptura de viejos paradigmas sobre donde se sientan las elecciones que hacemos como gobernantes para una ciudad, o como ciudadanos al escoger que es lo mejor para nuestras vidas.
Nosotros como ciudadanos caleños hemos sido fuertemente impactados por el modelo de desarrollo norteamericano. En este “sueño americano” propio de los años 70 y en particular el caso de la ciudad de Los Ángeles, ampliamente citado a nivel internacional como uno de los grandes errores aprendidos, resulta de sumo interés por las evidentes consecuencias nocivas de la implementación del modelo norteamericano de movilidad, mas tarde la abundante evidencia empírica permitió establecer que el incremento de la oferta (creación de nuevas autopistas y aumento del número de carriles en las existentes) trae consigo un incremento de la demanda tanto inducida como latente (usuarios de otras vías y potenciales nuevos usuarios del automóvil), con lo cual las nuevas vías terminan de nuevo congestionadas y por tanto la inversión desvirtuada. Del lado latinoamericano, la ciudad de México en su avance a la tan anhelada modernidad norteamericana, recientemente optó por construir un segundo nivel para el tramo oeste de una de las autopistas perimetrales de la ciudad “El Periférico Poniente”, con el objetivo de reducir la congestión y aumentar así la velocidad media de los automóviles; un par de años y cientos de millones de dólares después, la congestión arriba y abajo tiende a ser igual, pero no así la contaminación y la deuda pública de la ciudad.
En este sueño al que hemos sido inducidos, el vehículo particular se configura mas en un objeto de valor que en un medio de desarrollo económico. Vemos entonces comerciales de televisión donde somos sistemáticamente empujados a ser “los dueños de la carretera” en sendos objetos de 1200 kilos, en carreteras sin fin y sin congestión.
¿Cuándo han visto ustedes un comercial de automóviles donde se evidencie tal situación?
La ruptura de paradigmas a la que se ve empujado el estado por su parte, le implica ser consecuente con su modelo de movilidad, pues ante la desmedida inversión de capital de las empresas de vehículos particulares, observamos una inexistente oferta para invitar al ciudadano a entrar en una nueva onda de la movilidad.
General Motors durante el año 2007 invirtió en publicidad 10.000 millones de dolares, Sofasa en Colombia dispone de una amplia inversión en marketing para lograr fidelización de los clientes. Estos dos ejemplos y sin mencionar la agresiva campaña para adquirir motocicletas, persuaden y seducen a las personas a acceder a vehiculos privados, apoyándose en la falacia de libertad, comodidad y aventura del final de la carretera como limite y claro está, sin mencionar cual es el verdadero final del camino cuando estemos envueltos en una nube de humo, ocultos bajo la sombra de una autopista de 2 o 3 niveles y viviendo en una ciudad que será propiedad de algún banco internacional debido a la gran deuda en la que incurriremos para hacer mas vías para los autos.
Las ciudades van encontrando respuestas a las inquietudes que se van presentando, sin embargo en aras de su accionar educativo, configuran modelos comunicativos que puedan competir con las necesidades que nos crean las ensambladoras, abriendo el abanico de posibilidades de opciones de transporte e invitando de manera creativa a usarlos
Metro Cali y los demás actores que son responsables del MIO, le están apostando a una nueva forma de movilidad. Esta se puede observar por mencionar algunas, en el mejoramiento de la movilidad peatonal con la recuperación de 460.000 m2 de andenes y separadores de espacios amplios, con la implementación de ciclorutas, como la que se verá en la trocal de oriente, con el mejoramiento urbano, paisajístico y arquitectónico.
Se levanta un dilema ético entre los ciudadanos, y se generan varias pregunta para ahora y para los años venideros, ¿Cuál es el modelo de ciudad que queremos?, ¿Cuál es mi papel en la construcción de un desarrollo social y ambientalmente sostenible?
Ojala que ciudad de México no nos espere al final del camino

sábado, agosto 29, 2009

Cali en movimiento sin salir del MIO

Este video construido a partir de fotografias me pareció muy particular por su manera de ser producido y por los niveles de nostalgia que podrá despertar en mis amigos que viven en tierras no caleñas

al final del vídeo aparecen los respectivos meritos

domingo, agosto 16, 2009

Nuestra batalla perdida

“Mucha gente piensa que podemos mejorar la seguridad con la publicidad en los medios de comunicación, pero los estudios mundiales nos dicen que la publicidad no mejora la seguridad vial porque, por el contrario, muchas veces se promueven las altas velocidades y el consumo de bebidas y nos muestran constantemente a la gente famosa en fiestas e ingiriendo licor"


Esta frase es de Dinesh Mohan profesor Indio quien dio una conferencia en Cali sobre ciudades seguras.

El MIO tiene la difícil tarea de iniciar el camino de implementar los sistemas de transporte masivo en la ciudad, eso en otro nivel de análisis significa lograr que la población se transforme hacia una nueva manera de moverse, a una nueva cultura de la movilidad.

Por ahora, el MIO ha venido generando alguna educación sobre su uso y para eso se ha montado en una estrategia de medios nada ambiciosa. Esta tarea, si bien es necesaria, debe estar acompañada de un permanente monitoréo de los conocimientos que las personas construyen sobre el Sistema para de esta manera reenfocar las estrategias comunicativas hacia los elementos que aun no se han constituido en representaciones permanentes en la ciudadanía.

La difícil batalla, la batalla perdida van a ser los años venideros, cuando el sistema ya esté constituido como un constructo aprendido y el MIO deba enfocar su estrategía de comunicaciones en una plena y frontal desestimación del uso de los vehículos particulares para invitar al ciudadano a hacer uso de sistemas de transporte masivo.

General Motors durante el año 2007 invirtió en publicidad 10.000 millones de dolares, Sofasa en Colombia dispone de una amplia inversión en marketing para lograr fidelización de los clientes. Estos dos ejemplos y sin mencionar la agresiva campaña para adquirir motocicletas, persuaden y seducen a las personas a acceder a vehiculos privados, apoyándose en la falacia de libertad, comodidad y aventura del final de la carretera como limite y claro está, sin mencionar cual es el verdadero final del camino cuando estemos envueltos en una nube de humo, ocultos bajo la sombra de una autopista de 2 o 3 niveles y viviendo en una ciudad que será propiedad de algún banco internacional debido a la gran deuda en la que incurriremos para hacer mas vías para los autos

Los sistemas de transporte masivo por su parte deben cargar el lastre de múltiples administraciones que han definido sus acciones a muy corto plazo y que además, no se han caracterizado por su eficacia en los manejos presupuestales y menos decir sobre el manejo de los tiempos.

Con tara a cuestas, con un "top of mind" negativo y con una baja, por no decir inexistente inversión presupuestal en terminos publicitarios, para hacer frente a la poderosa y persuasiva publicidad de las grandes empresas productoras de vehículos, la batalla que en unos años deberemos luchar para promover el uso de transporte publico esta perdida.

Ciudad de mexico nos espera.

miércoles, mayo 06, 2009

LA CULTURA MIO, UN NUEVO ACUERDO PARA VIVIR A CALI

“El gusano azul”, “el bus grande”, “el acordeón”, “el chorizo azul” son las maneras en que los caleños han denominado al SITM-MIO para poder hacerlo más suyo, para poder amarlo u odiarlo, para poder sentir algo por él, o por este, dependiendo de cómo lo viven.

El nombre es un elemento muy importante en la vida de los objetos y las personas, pues gracias a esta etiqueta podemos, valga la redundancia, nombrar y acordar entre nosotros eso a lo que nos estamos refiriendo. Generamos así una huella en nuestra memoria, que condensa una imagen, una palabra y el sentimiento generado por la primera aproximación a este objeto.

Si bien el nombre es importante, lo es también su uso, pues es la manera en que usamos al objeto, aquello que nos va permitiendo ir cambiando su significado y va enriqueciendo o empobreciendo ese sentimiento generado en la primera aproximación que tuvimos con este.

El MIO, nombrado en un concurso popular, se ha enraizado en el imaginario caleño y con su desarrollo durante su construcción, generó unos sentimientos en los ciudadanos que han desembocado en las maneras particulares de comportamiento que ahora en la operación han estado haciendo; en algunas ocasiones el sentido común ha conducido a los habitantes de la sultana del Valle a actuar de manera adecuada, y en otros casos la imprudencia cobra total vigor en el diario del ciudadano de Cali, que incluso ha puesto en juego su vida.

Más que un acto de sentido común, los usos convencionales que con los objetos debemos hacer, son acciones a las que los ciudadanos debemos acceder por la vía de la educación. La formación a la que debemos apuntar debe llevar a los caleños a la acción de unos nuevos usos que trasciendan los que hasta ahora hemos realizado en el sistema colectivo urbano, este proceso de educación que hemos llamado cultura MIO, es una apuesta por la construcción y la renovación de unos acuerdos para vivir a Cali en armonía.

Hacer una fila para adquirir una tarjeta, respetar una línea amarilla para abordar un bus, ceder los asientos a las personas que así lo requieren debido a su condición física, o no correr en una estación, no son solo reglas en el aíre y sin sentido. Son usos convencionales, son reglas de convivencia que han sido concertadas entre los ciudadanos para establecer los límites necesarios entre unos y otros, entre los caleños. Ciudadanos que trabajamos, vivimos, respiramos el deseo y el ímpetu constante de soñar la Cali que queremos, la Cali que podemos.

Las normas de la cultura MIO a las que hacemos referencia ahora y discutiremos en el futuro, son los usos que hemos convenido para el MIO, son las acciones que como caleños comprometidos hacemos por nuestra ciudad.

miércoles, abril 22, 2009

REIR CIUDAD

Algunos de mis amigos y otros caleños que conocen a Cali como a mí me gustaría conocerla, coinciden en hacerme pensar que la ciudad es como asistir a una fiesta de cumpleaños en la casa de un completo desconocido: una fiesta en la que difícilmente puedo volver a hallar a quien me invito, en una casa bulliciosa y llena de extraños adornos y recónditos espacios, dinamizada por la ininterrumpida y masiva entrada de nuevos invitados, que hacen de la situación una actividad social bastante compleja de sortear.

Sentirse incluido en la rutina de la lúdica de la celebración nos obliga a experimentar unas memorables vergüenzas, y podríamos por ensayo y error encontrar la manera de hacer como si no fuéramos ajenos y de pasar desapercibidos, pero infortunadamente esta no es la manera en que aprendemos las normas sociales, pues por el contrario, en nuestro vano intento de ser invisibles hacemos como la mosca que se choca contra la ventana una y otra vez tratando de escapar y cometemos así todas las imprudencias que hubiésemos querido evitar

Las normas sociales, en esta bella, pero compleja fiesta de la vida que es Cali, nos invita a estar en condiciones de saber hacer algo en este escenario, sin embargo es tan complejo saber qué hacer cuando no conocemos el código y más aun, cuando los otros no se prestan para servirnos como interpretes de este, que tenemos que aventurarnos a comportarnos de nuestra manera particular, y esperar a no hacer el ridículo.

Si la suerte nos acompaña, una comedida anfitriona vendrá en nuestra ayuda a apoyarnos en el arduo y desgastante proceso de trascender desde el no saber. Nos llevaría por su hogar y nos mostraría las renovaciones que ha hecho en su mobiliario. Nos mostraría sus extraños artefactos traídos desde lugares lejanos y nos enseñaría a usarlos, nos enseñaría la ruta más corta entre la cocina y la sala. Acompañada de una gran sonrisa, y un bloque de actitud, Interpretaría y mediaría entre los demás invitados llevándonos a apropiarnos del espacio y a sentirnos bien en el momento

Se ha concebido que las normas sociales para vivir en la ciudad, o el asunto de la cultura ciudadana, es una noción que nace desde la acción solitaria de mirar la ciudad. Sin embargo, si vamos por Cali esperando que sus edificios nos cuenten su vida, que el MIO nos diga cómo usarlo y que nosotros acogiéndonos benévolamente a la moral y haciéndola nuestro interlocutor, espontáneamente sepamos cómo comportarnos, estamos torpedeando el proceso de desarrollar acciones eficaces para vivir en la ciudad

La construcción de las competencias de nuestros ciudadanos para vivir de la mejor manera en la ciudad, cursa un camino distinto, nace de los usos que los ciudadanos hacen con la ciudad, con sus viejas y sus nuevas obras, y nace también, de la sonrisa benévola del intérprete que nos muestra la ciudad y nos indica las maneras de vivir en ella, que nos indica con su actitud particular como hacerla nuestra

Educar en los espacios de Cali es la tarea que tenemos, se logra a partir de reír carcajadas de ciudad, haciendo que propios y extraños disfruten de esta agradable fiesta, y así, en esta acción educativa irrumpe esa sensación de apropiación y de placer que da el hecho de participar de esta fiesta que es la Cali que queremos.

martes, febrero 17, 2009

No al pico y placa en el centro

Aunque este debate ya caducó, lo que me interesa mostrar en el siguiente video, son las diferentes opciones que muestran para solucionar el tráfico del centro de Cali y la falta de autoridad de nuestra secretaría de transito
Este video me lo dio mi papá y me pidió que lo subiera a la red, como soy un buen hijo y hago caso a lo que me pide mi señor progenitor ya lo puse en mi facebook, ahora, pensando en otro tipo de publico, lo cuelgo por aca


jueves, febrero 12, 2009

Esto de la cultura del bus grande

Esto de la cultura del bus grande o la cultura MIO ha sido en los últimos meses mi chicle, que engomada en la que ando¡¡¡¡. La discusión teórica que tenia sobre semiosis, ahora se ha tornado sobre la pragmatica del bus grande.
Cambie el discurso del sujeto, por la de los sujetos, pero siempre volviendo sobre y centrado en el sujeto (mi nueva "amiga" la antropologa me ha enseñado bastante sobre esto y me ha recordado lo importante que siempre han sido los apasionamientos para mi).

Este día me tomé la tarea de conocer cual es el trabajo de campo que se hace para adelantar el plan de gestión social, y me fui con algunas compañeras a un colegio en Puerto Mallarino, una zona comunmente reconocida como deprimida (ya no lo es)en Santiago de Cali.

Fue grato conocer la respuesta que los niños tienen sobre el sistema, como lo han integrado en su repertorio de vida y para mi lo mas interesante, fue observar como algunas trabajadoras sociales, le dedican el tiempo a hacer bien su trabajo y no solo a concentrarse en hacer una obra mas de construcción.

La cultura Mio, no se trata solamente de no cruzar la calle por las zonas demarcadas, o no usar el carril de solo bus. Se trata de un estilo de vida que permite integrar todas las acciones que como sujetos hacemos en torno a espacios especificos que tienen una normatividad particular. Se trata, como ya lo mencione, de una manera particular de respirar, de vivir la vida, de vivir a Cali, de vivir con dignidad

sábado, enero 31, 2009

La magia de los magos de la educación

El asunto de la cultura MIO, o la cultura que traerá la renovación avalancha del bus grande en la ciudad de santiago de Cali, ha permitido que serios avechuchos generen "novedosos" modelos de desarrollo cultural.

Sus palabras contunduntes son resignificación y sentidos y significados. Los magos las van lanzando como si fueran Hermione usando su wingardum leviosa, pero con el mal tino de entonar el conjuro en el lugar errado y con las conocidas consecuencias.

Los verdaderos conocedores del tema han sido acallados, y en su ausencia, han aparecido clones con el discurso mockus, el discurso de la norma por encima de todas las cosas, el discurso de la represion, la improvisación y la falta de sentido del gusto.

El plan de los magos, no puedo delatarlo en sus detalles, pero la sinergia producida por estos artistas del fracaso, le apunta a acciones masivas, desprovistas de contenido y con serios problemas de efectividad.

El par de rutas del bus grande arrancarán en poco tiempo. Miles de personas aun no saben como se hace un transbordo, como se sube al bus y como será el asunto de la movilidad en la calle 13 y la calle 15.

Yo aún no sé, si Alana podrá ser usuaria del bus grande y lo abordará conmigo

El mago y sus acolitos le apuestan al conjuro masivo de personas, los verdaderos conocedores le apuntan a acciones hacia una población objetivo definida y enmarcada en un desarrollo teórico que han concebido en años de trabajo e investigación. Los magos, en cambio, se han encontrado con acciones teoricas desarrolladas por otros y aun así, no han encontrado la manera de apropiarse efectivamente de estos discursos.

Nuevamente los buenos procesos educativos, caen por el peso de su propia complejidad, despejando el terreno para que sistemas pobres, masificadores, ajenos y sin efectividad para una ciudad necesitada de des-organizaciones precisas y nuevas organizaciones culturales que desarrollen una cultura de ciudad que tienda a la apropiación de nuestros espacios, que nos integre al interior y que nos permita pensarnos en como hacer para vivir en paz, si es que a esto, le llamamos nuestra dignidad

jueves, enero 08, 2009

viernes, enero 02, 2009

Las mentiras de la Sensibilización

En este proceso de revizar aquello que los magos de las ciencias sociales han hecho en la empresa del bus grande, me he encontrado la respuesta a nuestras plegarias:

Si necesitas transformar la estructura mental de un grupo de personas, que construyan las estrategias adecuadas para asumir actitudes proactivas hacia el cambio o que hagan ejercicios de consciencia sobre sus posibilidades y competencias para la vida, solo necesitas de 4 horas y dos fantasticos videos: el relato de la vida de Tony Mendez y el infaltable "quien se ha robado mi queso"


Como diria mi amiga Vivian: "de por Dios"

¿Acaso alguna vez tuvimos que asistir a una escuela para que nos dijeran o nos hicieran ver que es lo que necesitabamos?

Asi no se construye ciudad