martes, febrero 26, 2013

De trenes I

A pesar de la algarabía del par de enorme mujeres morochas al pie de la puerta y los gritos de los niños que tenían entre los brazos, atados a la roída falda y en medio de las gruesas piernas. A pesar de la combinación rítmica del amaderado y metalico ruido del tren, a pesar de la  multitud que desde Constitución abordó el Roca, la voz de Rolando se hacia sentir desde la punta del oxidado vagón

- La concha de tu hermana, me tenés que levantar toda la guita cuando termines de llegar al otro lado Polaco

A empujones  e intentando vanamente huir, el "polaco" se arrastraba en medio de la multitud  cargando la bolsa mas grande de tutucas jamas vista en la línea Roca

- Lleeeeeeve la tutucaaaaaaaaaa, freeeeeeeesquiiiiiiiiiiita la tutucaaaaaaaa, por solo dieeeeeeez pesoooooos
- Te voy partir Polaco, te voy a dar por el orto....devolveme la guita polaco.

El hedor y la pesadez de 2 litros de Quilmes lograban dibujar una mueca mas exagerada en el rostro de Rolando, además ese ruido que salia de su boca y que en ocasiones parecían palabras le recordaba al Polaco el maldito momento en que se le ocurrió recurrir a los tinieblos.

Pasando por Banfield quiso lanzarse del tren en cuanto estuviese a punto de cerrarse la puerta, correr y correr hasta que sus fuerzas lo abandonaran, sin embargo a juzgar por las experiencias que había escuchado en ese mismo tren, sabia que no había ninguna oportunidad, nada allá fuera lo iba a salvar.

- La tutuuuuuuucaaaaaaaa, frescaaaaaaaa la tutuucaaaaaaaaaaaa, a solo dieeeeez peeeeeesos
- Puto de mierda, hijo de  re mil puta, la re calcada concha de tu madre ¡¡¡¡polaco!!!!!!

El vagón se llenaba y mas voces se unían a la sinfonia: el sonido del tren, a los gritos ebrios de Rolando y a la voz turbada del Polaco

-Polaco, juntame la guita polaco, te voy a romper el orto pelotudo de mieerrrrda...ya se te va a acabar el tiempo...ya vamos llegando a Glew, te voy a tirar  del tren pelotudo de mierda.

Quizás fue el peso de la bolsa, la cercanía a la última parada, la martilleante voz de Rolando, las miradas sin rostro de complicidad y de testigos sordos en el tren. Quizas fue la locura o quizás fue su único momento de lucidez...si Rolando quería su dinero para cuando el tren llegase solo había algo posible; El Polaco realizó un salto inimaginable en las teorías económicas y  se reinventó a si mismo y a su poco próspero negocio con  todo un modelo sobre  la oferta y la demanda

- freeeesca la Tutuuca, a solo ciiiiinco peeeeesos...llevela por solo ciiiiiiinco

Tuve que bajar en Burzaco... no supe mas nada de Rolando y mucho menos del ingenio del Polaco






viernes, enero 18, 2013

Diversificando



En lo del chino, ansiosos por nuevos clientes, han decidido ampliar su repertorio de productos...

es todo lo que tengo que decir sobre esto...

miércoles, enero 16, 2013

De los nuevos nombres

Alguna vez me referí al tema de los nombres en otra entrada (http://des-organizando.blogspot.com.ar/2007/07/sobre-los-nombres.html).

Ahora que no tengo uno en lo del chino, ahora que soy "el colombiano", ahora que me busca gente de los lugares mas diversos de ese laberinto de bandas transportadoras para preguntarme ¿que como?, ¿que uso?, ¿a donde voy? o simplemente para saludarme, siento en ocasiones que no soy yo una unidad que esta marcada y delimitada por mi piel.

El hecho de haber perdido mi identidad y de haber ganado otra, la de "colombiano", me ha dado un nuevo carácter que trasciende mi corporeidad, ya no soy uno, soy como un pueblo que me habita y que vive en mis palabras, en mis acciones, en mis gestos y en las canciones que entono en mi soledad metalica.

Ya no soy yo quien está ahi