domingo, agosto 16, 2009

Nuestra batalla perdida

“Mucha gente piensa que podemos mejorar la seguridad con la publicidad en los medios de comunicación, pero los estudios mundiales nos dicen que la publicidad no mejora la seguridad vial porque, por el contrario, muchas veces se promueven las altas velocidades y el consumo de bebidas y nos muestran constantemente a la gente famosa en fiestas e ingiriendo licor"


Esta frase es de Dinesh Mohan profesor Indio quien dio una conferencia en Cali sobre ciudades seguras.

El MIO tiene la difícil tarea de iniciar el camino de implementar los sistemas de transporte masivo en la ciudad, eso en otro nivel de análisis significa lograr que la población se transforme hacia una nueva manera de moverse, a una nueva cultura de la movilidad.

Por ahora, el MIO ha venido generando alguna educación sobre su uso y para eso se ha montado en una estrategia de medios nada ambiciosa. Esta tarea, si bien es necesaria, debe estar acompañada de un permanente monitoréo de los conocimientos que las personas construyen sobre el Sistema para de esta manera reenfocar las estrategias comunicativas hacia los elementos que aun no se han constituido en representaciones permanentes en la ciudadanía.

La difícil batalla, la batalla perdida van a ser los años venideros, cuando el sistema ya esté constituido como un constructo aprendido y el MIO deba enfocar su estrategía de comunicaciones en una plena y frontal desestimación del uso de los vehículos particulares para invitar al ciudadano a hacer uso de sistemas de transporte masivo.

General Motors durante el año 2007 invirtió en publicidad 10.000 millones de dolares, Sofasa en Colombia dispone de una amplia inversión en marketing para lograr fidelización de los clientes. Estos dos ejemplos y sin mencionar la agresiva campaña para adquirir motocicletas, persuaden y seducen a las personas a acceder a vehiculos privados, apoyándose en la falacia de libertad, comodidad y aventura del final de la carretera como limite y claro está, sin mencionar cual es el verdadero final del camino cuando estemos envueltos en una nube de humo, ocultos bajo la sombra de una autopista de 2 o 3 niveles y viviendo en una ciudad que será propiedad de algún banco internacional debido a la gran deuda en la que incurriremos para hacer mas vías para los autos

Los sistemas de transporte masivo por su parte deben cargar el lastre de múltiples administraciones que han definido sus acciones a muy corto plazo y que además, no se han caracterizado por su eficacia en los manejos presupuestales y menos decir sobre el manejo de los tiempos.

Con tara a cuestas, con un "top of mind" negativo y con una baja, por no decir inexistente inversión presupuestal en terminos publicitarios, para hacer frente a la poderosa y persuasiva publicidad de las grandes empresas productoras de vehículos, la batalla que en unos años deberemos luchar para promover el uso de transporte publico esta perdida.

Ciudad de mexico nos espera.

1 comentario:

Dánae dijo...

Vivo en una ciudad que tiene esa batalla ganada. A pesar de que hay y construye autos, tiene un sistema de transporte súper completo. No sólo tiene subtes. Tiene un sistema de transporte público-privado que llega a cada rincón de la ciudad. Y además, tiene líneas de trenes que también sirven para llegar hasta los barrios más lejandos. No miento, de cualquier forma, puedes llegar a cualquier parte. Y lo mejor, a precios muy muy económicos. Creo que este sería un buen coqueteo para los ciudadanos caleños a que no NECESITEN de un carro para desplazarse. Empezar, además del MIO, a ofrecerles un sistema de transporte intregrado y organizado. No lo digo yo, lo viene pidiendo a gritos la misma ciudad. Hay, diría yo, otro trabajo para hacer con las personas que administran la ciudad. Debe existir un concepto público de transporte, y no privado. Supongo que meterle la mano (desde el Estado) no debe ser nada fácil. Pero si no lo hacen los que gobiernan la ciudad, ¿Quiénes?... Con decirte que cuando llegué a aquí, a los pocos meses me dije: "yo no tendría carro en Buenos Aires", me sorprendí diciéndome a mi misma esto, sobre todo, porque me encanta la idea de tener carro propio!!! Y para pensar esto, no necesité de publicidad ni de una educación ciudadana. Dicho de otra forma, creo que el deseo, en este caso, desaparece cuando se colman las necesidades. (Besito, me gustan las reflexiones ciudadanas que estás generando)