lunes, octubre 06, 2008

Con sed,

Este es un relato que tiene buenas posibilidades de cumplir su función des-organizadora:

Mi amiga Lucely no ha sido psicóloga unicamente. Antes de ocupar el cargo que ocupa en el HUV, fue auxiliar de enfermería de la unidad de quemados.
Cuenta que una de esas noches en las que tuvo que trasnochar para poder cumplir con los horarios que le permitieran estudiar su carrera en las mañanas, estuvo a cargo de la sala completa, es decir, entre 20 o 30 pacientes que sufrieron algún tipo de quemadura, y lo que era peor, Lucelly, por estar en vigilia durante tanto tiempo, sentia un cansancio tenaz, sus ojos estaban en la trastienda y sentia que el sueño la iba a vencer en cualquier instante.
Una de las razones por las que no podia quedarse dormida (las otras tienen que ver con las responsabilidades del cargo y otros avatares) era los gritos desesperados y desgarradores de una mujer allí ingresada, que clamaba por agua.
El asunto, lo peor del asunto y lo mas terrible del asunto, es que en ese entonces el protocolo para el manejo de pacientes quemados no permitía dar de beber a los pacientes que tuvieran un alto porcentaje de quemaduras, por el asunto de los movimientos peristalticos.
Por fortuna para Lucely, la paciente se calmó y no gritó mas, sin embargo, Lucely lo recuerda muy bien, la paciente pasó por su lado y le gritó

...GONORREA, ME DEJASTE MORIR CON SED...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajaja, en el hospital se ve de todo!

treto dijo...

no solo eso, sino que tambien